15 Abril 2020 | Autora: Oly Martínez Arroyo. Educadora en el Ayuntamiento de Macotera (Salamanca-Castilla y León)
La conciliación no es solo una problemática de personas concretas, sino de toda la sociedad. Cuando la mujer no puede conciliar se ve «obligada» a elegir entre su maternidad o su carrera profesional. Originando lo que por todos es ya conocido: el descenso demográfico (más acusado aún en zonas rurales).
El problema es en sí, un problema social con raíces estructurales. De poco sirven los acuerdos privados en el hogar entre parejas y familias para una mayor corresponsabilidad, si no van acompañadas de una reorganización drástica de los principios de organización espacio-temporales de las actividades en el sector público y privado, que siguen respondiendo a un modelo de familia tradicional basado en la separación de lo productivo y lo reproductivo. Basado en la figura femenina como la que únicamente cuida dentro del hogar.
Conciliación y medio rural:
La conciliación familia-empleo no es un tema sobre el que se haya reflexionado o investigado mucho en el ámbito de la sociología rural.
Hasta hace bien poco se daba por hecho que la mujer cuidaba en el hogar y el hombre trabajaba fuera, principalmente en el campo o la ganadería. La gran preocupación de los estudios rurales y de género en los últimos años ha sido sacar a la luz el importantísimo papel de las mujeres como trabajadoras en el ámbito de la producción, siempre invisibilizadas, pero no su papel conciliador entre ayudar en el campo y criar hijos.
Estos últimos años se ha incrementado el surgimiento de una identidad profesional en las agricultoras y ganaderas y el acceso de las mujeres a ámbitos de decisión tradicionalmente masculinos en las organizaciones profesionales agrarias.
Pero, ¿Qué sucede con aquellas mujeres que tienen hijos menores? La falta de oportunidades en la conciliación que presenta el mundo rural hace que las mujeres jóvenes opten mayoritariamente por la emigración. Y así los pueblos van quedándose sin niños, sin parques, sin colegios…, en definitiva, sin un futuro viable.
“Si se concilia nacen más niños, si nacen más niños no se cierran colegios, y si no se cierran colegios seguirá habiendo familias que abran negocios en los pueblos.”
Las actuaciones orientadas a avanzar en el camino de la conciliación deben tener presentes, si quieren ser eficaces, esos factores estructurales e ideológicos que condicionan la carga y la distribución de trabajo reproductivo en las familias rurales. Cualquier proyecto de inserción laboral y de conciliación familia-empleo debería tenerlo presente, y utilizar a favor de las familias toda clase de mecanismos dispuestos a dar las mismas oportunidades a las mujeres que deciden vivir en el medio rural.
Ese es sin duda el gran reto de las y los profesionales que trabajan sobre el terreno, y una constante incitación para la reflexión sociológica en torno a la ruralidad en las sociedades de la modernidad tardía que a veces es ventaja y en otras ocasiones, como ésta, es desventaja.
Demos la oportunidad a las mujeres jóvenes de elegir dónde vivir, y que la elección no sea por falta de servicios.
Programa Crecemos
En la Comunidad de Castilla y León se cuenta con el llamado «Programa Crecemos”. Este programa es un proyecto que se inicio en 2005 y está financiado por la Junta de Castilla y Leon, las Diputaciones de la zona y convenios con los Ayuntamientos.
Dicho programa tiene como objetivo fomentar la creación en municipios del ámbito rural de un servicio de carácter asistencial dirigido a niños de hasta tres años. Se enmarca en el Compromiso por la Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres y la Conciliación de la Vida Familiar y Laboral suscrito por la Junta de Castilla y León, UGT, CCOO y CECALE en el ámbito de la Mesa para el Impulso del Diálogo Social en Castilla y León.
Del mismo modo, su referencia está en el desarrollo de la Estrategia Regional para Facilitar la Conciliación de la Vida Familiar y Laboral. Concretamente, en la línea de actuación referida a la «Promoción de Centros y Servicios que faciliten la Conciliación», que subraya la importancia de los centros dirigidos a la atención de niños y niñas de cero a tres años como fórmula necesaria para permitir a los progenitores compatibilizar su jornada laboral con la atención responsable de sus hijos, y en la línea denominada «Conciliación de la vida familiar y laboral en el ámbito rural», que contempla el objetivo de promover la conciliación en el medio rural señalando la necesidad de poner en marcha servicios de atención a niñas y niños de cero a tres años en pequeños núcleos rurales en los que la demanda sea inferior a quince plazas.
Con este Programa las zonas rurales Crecen en:
- Servicios en el ámbito rural, de modo que un bien tan esencial como la atención de niños y niñas de 0 a 3 años y la conciliación de la vida laboral se acerca a los núcleos rurales pequeños.
- En empleo, esencialmente femenino, dado que la puesta en marcha dinamiza el empleo local, y de forma esencial la contratación de mujeres.
- En población rural, procurando contribuir a evitar la despoblación. Ampliar servicios anima a los residentes en municipios pequeños a seguir viviendo en su lugar de nacimiento. Crecer en empleo femenino en los pequeños municipios asienta población en dichos núcleos.
- En colaboración institucional, la colaboración entre Administraciones Públicas de la región facilita resolver los problemas donde surgen y genera sinergias positivas. Gracias a dichas Administraciones, Diputación de Salamanca , Junta de Castilla y León y Ayuntamiento de Macotera, pueden llevarse a cabo programas de tal importancia en zonas rurales donde numerosas familias pueden beneficiarse de una atención educativa en niños de 0 a 3 años.