18 Abril 2020 | Autora: Lidia Mª Díaz. Presidenta de la Asociación Española contra la Despoblación
¿Por cuánta gente o empresas ha pasado la comida que tienes en tu casa desde que fue criada o sembrada?. La respuesta rápida y lógica nos dice que viene del campo.
Estos días estamos leyendo en los periódicos noticias que nos llevan a reflexiones. En Agroinformación leemos que la carne de ovino, caprino y vacuno está bajando tanto que muchas ganaderías se verán obligadas a cerrar, los intermediarios o tratantes quieren bajar el precio en la Mesa de Salamanca entre 80 y 100€ el precio de cada ternero, porque dicen que se vende mucha menos carne.
Los mercados de ganado están cerrados, con lo que las ganaderías que pueden negociar un precio directamente con diversos tratantes les es imposible, por poner un simple ejemplo de cómo funciona la compra y venta en cercanía.
“La Organización Interprofesional Agroalimentaria de la Carne de Vacuno (Provacuno) ha trasladado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) su preocupación por los efectos que el COVID-19 está ocasionando en todos los eslabones del sector de vacuno de carne Para ello, han planteado una serie de medidas a corto y medio plazo”
Con el cierre de la venta al exterior y el cierre de la restauración, tenemos claro que la venta de carne ha bajado. Mientras la queja es continua, porque es verdad, ahora todos están perdiendo. Desde la Asociación Española contra la Despoblación pensamos que esta crisis es una oportunidad de cambio.
Debemos dar al sector ganadero una oportunidad de venta directa on-line, sin embargo es importante hacerlo desde el conocimiento, con estructuras definidas y con cambios de normativas que estén actualizadas, sean flexibles a la vez que exigentes.
El modelo de consumo está cambiando, cada vez se compra más a través de internet, nosotros nos preguntamos¿qué impide a las ganaderías unirse y junto a intermediarios hacer ventas on-line?. Hay pequeñas ganaderías que ya lo hacen y sobreviven gracias a esta fórmula, desde la Asociación Española contra la Despoblación pensamos que se debe ir más allá.
Las desconfianzas son evidentes, sin embargo, ante este nuevo modelo de negocio, sería conveniente limar asperezas y desconfianzas para conseguir que en nuestro país sigamos teniendo carne propia, generando nuevos trabajos, adaptando los ya existentes para evitar su pérdida, y generando biodiversidad, tan necesaria para proteger nuestro planeta.
Estoy muy de acuerdo con este artículo y desde luego creo que la venta directa es el único futuro viable para muchísimas pequeñas explotaciones familiares sostenibles pero discrepo rotundamente en alinearnos con los intermediarios ya que son ellos precisamente los que provocan nuestra precariedad. En estos días a una compañera de ganaderas en red su tratante le ha dicho que desde el cierre por el COVI a perdido 80000 € (en menos de un mes) , nos hemos quedado todas ojipláticas, con ese dinero vivimos cinco o seis familias ganaderas de extensivo todo el año
Gracias por tu comentario, Charo.
Es cierto que se hace duro pensar en la colaboración con algunos tipos de trabajos, sin embargo, debemos pensar que juegan un papel, que es importante en muchos casos, por eso decimos que lo mejor es colaborar, no alinearnos,sino una colaboración justa para el beneficio mútuo.